La Perla del Adriático, una de las ciudades más espectaculares de Croacia
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Ser peregrino no consiste, simplemente, en caminar para llegar a un destino. No. El peregrino cree en lo que hace, confía en lo que emprende y es feliz en lo que espera. Nosotros, de la primera a la última pisada, ponemos a nuestros viajeros en la huella más fiable. Y somos conscientes, por el peso de nuestra experiencia, de los inconvenientes y las circunstancias que se pueden encontrar en cualquier viaje (aeropuertos, guías, estaciones, hoteles, etc.). Por ello, sabedores de estas situaciones, luchamos cada día por conocer todos estos impedimentos y nos adelantamos para que ningún cliente sea testigo directo de alguna de estas inconveniencias.
Prestar un servicio a los demás no es tarea destinada a seres inferiores. «El que quiera entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo», dice el evangelista Mateo. Así entendemos nuestro trabajo: como una vocación de entrega, como una pasión, como un servicio trascendental. Por ello, durante estos años hemos ido innovando, creando, sacrificando y orientando nuestro quehacer para poder responder y superar las expectativas de nuestros viajeros más exigentes. La página web, las redes sociales y un acompañamiento 24 horas, entre otras cosas, hablan de nuestra tarea mucho mejor que nosotros… La vocación a prestar un buen servicio, con un coste asequible, una fiabilidad plena y un viaje de muy buena calidad, nos ha ayudado a crecer constantemente para, dándonos sin medida, poder contar entre los primeros.
Tres décadas cumpliendo sueños y descubriendo que, detrás de cada viaje, de cada historia y de cada destino, hemos conseguido cambiar la vida de muchas personas. Tres décadas de servicio organizando viajes, cursos, peregrinaciones, excursiones… Tres décadas trabajando y colaborando estrechamente con miles de grupos: de formación para sacerdotes y seminaristas organizados por la Conferencia Episcopal Española, con diversas diócesis, parroquias, universidades, comunidades religiosas y sus cursos de formación; o celebraciones de aniversario de profesión religiosa o de ordenación sacerdotal; cursos bíblicos, arqueológicos, Años Jubilares, canonizaciones… ¡Son tantas las personas y es tanta la vida compartida!